Alberto Murillo: Grabador

El artista grabador costarricense Alberto Murillo Herrera crea un entorno y lenguaje suyo, es su paisaje, su propia interioridad donde moran los espíritus creativos que lo empuja a la experiencia de la iconicidad, la impresión de las planchas o tacos grabados y a crear con toda contundencia. Proviene de una familia de artistas como Francisco Amighetti (tío abuelo) y Grace Herrera Amighetti (su madre).

El tratamiento de esa jerga tan suya constituida por paisaje y entorno, poseen un signo de cohesión que los reúne: en Amighetti resignifica el respeto que le tiene al contemplar la naturaleza, refiere al arte oriental cuando pintan una naturaleza enorme, abrupta, encabritada, y a un humano diminuto, aludiendo a los signos de poder (David y Goliat). La madre de Alberto pintó una acuarela marina de un oleaje inmersivo que conformaba burbujas donde estaban "los vacacionistas" (2016), sin posibilidad de escape pues el mar se comportaba como custodio de una paz carcelera.

Los argumentos de la violencia, como la actual, se advierten en estos discursos grabados por Murillo, cuyos componentes son el cuerno del toro envistiendo al torero u otros abordajes de la tauromaquia: Pero esa fuerza domina el tema de los oleajes, altas crestas incontenibles del océano, son recurrencias estilísticas y de contenidos de una investigación profunda y experimentación son el principal carácter de su práctica artística superada con fiero rigor.

Sus manifestaciones cercanas dominan el paisaje del entorno natural y representación de las vivencias cotidiana en esa vorágine que representa a la sociedad, está también en el retrato de Julia su esposa y sus representaciones de sí mismo, por ello acudo a la definición de autorreferencialidad, y en todas está el juego, la táctica de la eterna jugada con la cual se confronta a la refriega cotidiana y al enigma que él intenta despejar en el teatro de la existencia.

Alberto Murillo Herrera grabador con sus retratos y autorretratos.